Un semáforo verde-rojo

EL LADO FLACO

Manuel Nava

La proliferación del semáforo verde, en el contexto de la pandemia por el Coronavirus, se explica por los siguientes factores: La necesidad de reactivar a la economía a partir del periodo vacacional de verano; la economía del deporte y en particular la celebración de los juegos olímpicos; en el caso de México, el proceso electoral y la necesidad de abatir el abstencionismo.

En el contexto geoeconómico figura la guerra de las vacunas entre los laboratorios farmacéuticos. No sólo se trata de la rentabilidad en montos monetarios sino el control de los mercados.

La aprobación de las primeras vacunas contra la Covid a finales del año pasado llegó como una primera y tenue luz en la larga noche pandémica y dibujó, apenas un año más tarde de que comenzara la tragedia, la posibilidad de un final. Pero el lento despliegue de las dosis y la aparición de nuevas variantes del virus están llenando de piedras el camino de vuelta hacia la normalidad.

Llevamos un año y tres olas y el comportamiento de la pandemia es cíclico, nunca ha habido una estabilidad clara. La velocidad a la que está bajando es enorme, pero tenemos el miedo a que esto revierta. Y es un miedo fundado, no es ni mucho menos descartable.

EL LADO FLACO es que:

Los fabricantes de vacunas contra el Covid-19 podrían ganar hasta 190 mil millones de dólares en ventas este año si alcanzan las metas de producción. Dos empresas chinas representan al menos una cuarta parte de los ingresos.

Nueve empresas, incluidas Pfizer y Moderna, con sede en Estados Unidos, junto con las farmacéuticas chinas Sinovac Biotech y Sinopharm se beneficiarán del mercado de las vacunas contra el Covid.

Las limitaciones de producción y los déficits probablemente acercarán las cifras finales de ventas de 2021 a un rango que supera los 115 mil millones de dólares.

Desarrolladas en tiempo récord y usualmente respaldadas por fondos gubernamentales, las vacunas contra el Covid están ayudando a los países a salvar vidas, restaurar sociedades y evitar billones de dólares en potenciales costos económicos.

No obstante, el acceso a las dosis para muchos países de bajos ingresos sigue siendo difícil, en parte debido a los costos y a que los países más ricos acaparan las dosis.

La producción real de 2021 puede ser hasta un 42 por ciento menor que los niveles pronosticados por las compañías, lo que dejaría los ingresos en un bajo nivel de 97 mil millones de dólares, dijeron los investigadores.

Novavax, por ejemplo, ha proyectado aumentar la capacidad de fabricación a más de 2 mil millones de dosis este año.

Sinovac podría recaudar hasta 25 mil millones de dólares y Sinopharm hasta 23 mdd, y cada una de ellas atraerá al menos 16 mil mdd, según los datos. Las ventas indican que China ve una oportunidad para obtener una ventaja comercial además de una ventaja geopolítica.

China está desempeñando un rol influyente en la inmunización mundial, al menos por ahora, enviando más dosis al extranjero que todas las demás naciones combinadas, mientras India se enfrenta a un devastador brote que ha cerrado las exportaciones de vacunas.

El Fondo Monetario Internacional pidió invertir 50 mil millones de dólares podría ayudar a inmunizar al menos al 40 por ciento de la población mundial para finales de este año y al 60 por ciento o más para el primer semestre de 2022. Mientras tanto, las compañías disfrutan de una ganancia inesperada que en muchos casos ha sido suscrita por fuertes subsidios de los gobiernos.