Temblores bajo la lluvia

EL LADO FLACO

Manuel Nava

La dimensión de los daños que puedan ocasionarse a consecuencia de fenómenos naturales no es un asunto de subestimar o sobreestimar los resultados. Tampoco de una voluntad limitada por recursos financieros. De entrada, es necesaria una cultura de la protección civil tanto en los mandatarios como en la sociedad.

La cultura de protección civil consiste en dar a conocer las acciones dirigidas a la población en general, con la finalidad de que le permita saber de forma clara los mecanismos de prevención y autoprotección ante una calamidad o desastre.

Dos eventos naturales convergieron recientemente sobre la geografía de Guerrero, el terremoto de 7.1 del 7 de septiembre y una serie de lluvias intensas particularmente entre el 13 y el 14 del mes en curso.

Las regiones Costa Grande, Costa Chica, Acapulco, y parte de La Montaña de Guerrero están marcadas como zona de grandes riesgos en materia de lluvias.

México es país donde cada año se registran más de mil sismos de magnitud igual o superior a 3,5 cada año.

Los terremotos no se distribuyen de manera equitativa en el país, un 80 por ciento de los sismos se registra a lo largo de las costas de los estados del sur: Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

EL LADO FLACO está en que:

El deficiente de enfoque de la austeridad y de la protección civil como un área reactiva y antes que preventiva además de la tendencia a designar en el área de protección civil a personajes de bajo conocimiento en la materia dan como resultado la inoperancia ante la emergencia y generando daños mayores a las personas afectadas por los desastres.

México ha enfrentado un número creciente de fenómenos climáticos extremos que han generado pérdidas humanas y altos costos económicos y sociales.

Los daños económicos relacionados con estos eventos generaron pérdidas económicas por más de 284 mil 351 millones de pesos de 2000 a 2012.

Asimismo, durante este periodo se registraron en promedio 152 muertes por año por las mismas causas, lo que sumaría en total más de mil 500 muertes.

En Guerrero, siempre ha sido necesaria la ayuda financiera de la Federación para poder reparar los daños de los desastres naturales.

Por tal motivo, es necesario realizar un estudio integral que analice la parte urbana, económica, social y las acciones públicas para poder sugerir estrategias que coadyuven a disminuir los impactos de desastres naturales.

Los daños más importantes son las pérdidas humanas por mínimas que sean. Por tanto, es necesario diseñar políticas para evitar que ellas se repitan es fundamental en futuros acontecimientos sísmicos.

México y Guerrero deben hacer más para reducir desastres futuros, así como para colocar a la prevención al mismo nivel que la respuesta ante emergencias y avanzar hacia una gestión integrada de riesgos que se enfoque en la prevención reduciendo las pérdidas por desastre en un futuro.

México enfrenta una amplia variedad de amenazas naturales de manera regular, las cuales incluyen sismos, tormentas tropicales e inundaciones. A través de los años, el Sistema Nacional de Protección Civil ha mejora sus medidas de preparación tanto institucionales como operacionales para el manejo de eventos perturbadores. Sin embargo, aún se puede hacer más para evitar pérdidas futuras, al mismo tiempo que se apoya el desarrollo económico sustentable.