Los términos medios
EL LADO FLACO
Manuel Nava
Para nadie es un secreto que las elecciones en México se ganan con el voto duro, con las viejas estructuras políticas; sin embargo, la clase media ha sido considerada como un sector social que no necesariamente ha sido fiel a un partido. Hace ya un tiempo fue parte del “voto útil”.
En fechas recientes, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó duras críticas a la clase media responsabilizándole de los resultados electorales adversos en la Ciudad de México
El titular del Ejecutivo federal calificó de “increíble” que la clase media apoye a gobiernos corruptos, pero señaló que esto es debido a que son muy susceptibles a la manipulación.
Acusó de que este sector de la clase media son partidarios del “que no transa no avanza”. “Hay un sector de la clase media que siempre ha sido así muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que es lo que quiere es ser como los de arriba, encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole como son partidarios del que no transa no avanza, es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos, increíble”.
EL LADO FLACO es que:
De acuerdo con ciertos monitoreo sociodemográficos, incluidos los del INEGI: el número de hogares mexicanos con base en niveles de consumo (no de ingresos), de tal forma que estima que 12 por ciento de los hogares mexicanos pertenece a la clase media alta, 16 por ciento a la clase media media y 17 por ciento a la clase media baja.
La clase media alta tiene capacidad de compra, cuenta con un fuerte sentido para emprender, con habilidades tecnológicas y puede mantener a sus hijos en escuelas privadas.
La clase media media ha alcanzado los satisfactores mínimos de bienestar para su familia, se ha hecho de un patrimonio gracias al Infonavit, sus ingresos provienen de un empleo formal pero cualquier incidente la desestabiliza financieramente.
La clase media baja no cuenta necesariamente con un ingreso formal pero su patrón de gasto es muy de clase media, ya que vende lo que puede y su habilidad natural es saber adaptarse a cualquier entorno para sobrevivir.
Las campañas se concentraron en atacar a la llamada Cuarta Transformación y no en atender las necesidades de la clase media.
Pensar en que la clase media se mueve bajo la misma fobia en que lo hacen otros actores sociales es inexacto.
La coyuntura pandémica y la estrategia aplicada por el gobierno para enfrentarla han provocado algún nivel de precarización en todos los niveles de la clase media. Pero entonces la manifestación electoral no estaría concentrada exclusivamente en la Ciudad de México o las cuatro entidades donde Morena no pudo ganar.
Los partidos captaron el voto popular, pero no por sus discursos con soluciones, sino por la encendida animosidad que hay ante la crisis económica y los impactos de la pandemia.
Las rancias estructuras partidistas dominarán el voto de la clase media se hará sentir en los territorios urbanos, pero sobre todo las promesas políticas no trascenderán a la circunstancia.
Los partidos políticos lo tienen claro: la razón no mueve al mundo, son las emociones.