La NASA prueba nanosatélites desarrollados en México: el IPN y la UNAM crean piezas clave para que estudien la ionósfera

Redacción

La Nasa probó dispositivos creados por investigadores de la UNAM y el IPN, los cuales son piezas clave para la construcción de un nanosatélite tipo CubeSat que se pretende enviar al espacio.

Rafael Prieto Meléndez, científico líder del equipo de la UNAM, dio a conocer los resultados del vuelo que se realizó el pasado 8 de junio para estudiar la ionósfera como parte del programa Columbia Scientific Ballon Facility de la NASA.

El sistema que desarrollamos fue montado en una plataforma y tuvo su vuelo. Partió de Nuevo México y alcanzó una altura máxima de 36 kilómetros sobre el nivel del mar.

El módulo se utiliza para probar en condiciones de espacio cercano, y así evaluar y validar tecnologías de subsistemas que más adelante se integrarán en satélites, los cuales, antes de ser enviados al espacio, deben ser evaluados en condiciones de vacío, temperaturas extremas y radiación cósmica.

En el satélite se incluyeron también paneles solares desplegables y un sistema de encendido y apagado especial diseñados por los científicos de ambas universidades.

Tras la evaluación, los investigadores mexicanos deben esperar a que la NASA envíe de regreso el artefacto para realizar la evaluación de su funcionamiento y evaluar las modificaciones que crean pertinentes

El estudio de la ionósfera

Los equipos probados por la NASA fueron fabricados en colaboración con el Centro de Desarrollo Aeroespacial del IPN. Se trata de una computadora con sensores de temperatura, humedad, presión ambiental, radiación electromagnética, un magnetómetro, además del uso de paneles solares para captación de energía, los cuales serán útiles cuando el equipo se encuentre en el espacio.

La NASA está interesada en el desarrollo de satélites para estudiar la ionosfera y relacionar los fenómenos que ocurren ahí con eventos geofísicos que se presentan en la Tierra.

Los equipos que probó la NASA serán parte de estos satélites y se espera que el TEPEU-1 esté en condiciones de ser puesto en órbita en un periodo máximo de dos años, según un comunicado de la UNAM.

Fuente / Xataca