Este es el verdadero animalismo: un niño rescatando a un zorro de un profundo pozo

Redacción

El joven arriesga su vida por tratar de salvar la del zorro que había caído a un pozo de gran profundidad. No hubo final feliz.

El chico bajaba sin ayuda alguna, ninguna cuerda sujetada por quienes se habían quedado en la superficie ni nada por el estilo, se sirvió de sí mismo para tratar de rescatar al zorro que había caído a un pozo con bastante profundidad. El animal no podría salir de ahí de ninguna forma distinta a la ayuda propiciada por una persona.

Se juega la vida

Esto se podría denominar animalismo en toda regla hasta el punto en que el chico corre un gran riesgo y se juega la vida para salvar la del pequeño zorro que había caído al pozo.

Con la ayuda de una cuerda, y la escasa fuerza de sus manos y sus pies, el niño pretendía salvar al zorro de una muerte segura.

Descendió trepando por las piedras y, una vez abajo, con una cuerda atada a su cintura, cogió el otro extremo y lo ataba al rabo del zorro para de este modo subir los dos juntos.

No hubo final feliz

A pesar de lo emotivo del mensaje que este joven demuestra a una sociedad que se rige por modas y no por hechos, el desenlace del vídeo no es tan bonito como pinta al principio.

Una vez atada la cuerda al zorro, ambos comenzaron a subir ya que el chico trepaba sin ayuda de nada más y con el peso del animal subiendo por la peligrosa pared del pozo.

La pena es que, una vez llegaron arriba, el animal se descolgaba de la cuerda precipitándose de nuevo a tal altura y cayendo al interior del gran pozo.

Una de cal y otra de arena

A pesar del final triste que dejan las imágenes, hay que tener en cuenta que es el chico quien se juega la vida de una forma muy drástica, ya que bajó al pozo y subió sin ayuda de nada ni de nadie poniendo su vida gravemente en peligro.

En este caso fue el animal quien se precipitó sin quererlo pero, perfectamente, podría haber sido el joven quien en un resbalón habría acabado con su vida en cuestión de segundos.

Al menos, el mensaje de la voluntad de un niño y el amor por los animales ha quedado claro desde los inicios del vídeo hasta el final, a pesar de que el chico no cumpliese con su objetivo.

Vía/Club de caza