Encrucijada personal

Raúl Suárez Martínez

En días pasados, casi como regalo de cumpleaños recibí el nombramiento de delegado de Gobierno en zona centro; asumiendo el compromiso de cumplir cabalmente y hasta el límite de mis fuerzas tal encomienda, si, es una experiencia interesante, nueva, que me permitirá demostrarme a mí mismo, si en verdad tenemos posibilidades de desarrollar tareas de gobierno o solo somos buenos para protestar.

La encrucijada en que me encuentro, se debe a que algunas personas creo que fuera de sus cabales, sin estar en pleno uso de sus facultades (de cualquier tipo) se han atrevido durante años a publicar mis intentos de artículos, sabedores que solo tengo 4 lectores que, como ya lo he manifestado en otros momentos, a uno le pago por leerme, otro es mi familiar, otro es mi subordinado, si no me lee lo corro y el cuarto no se ni porque le gusta leerme. Pero en esta ocasión y tal como lo describo al principio, asumo esta responsabilidad de gobierno y no alcanzo a comprender (como muchas cosas) si será compatible desempeñar ese encargo y seguir tratando de escribir artículos.

He respetuosamente pedido la opinión de quien o quienes publican mis escritos, el 80% me sugiere que siga escribiendo el otro porcentaje sugiere hacer un alto en el camino o valorar mas adelante si, es posible y necesario retomar el ejercicio. Argumentos en favor hay varios; el anterior secretario de gobierno publicaba en un periódico de circulación estatal, un actual secretario de despacho hacia y hace lo mismo. Así podríamos rebuscar ejemplos que, justificaran que este humilde escribe líneas que pocos leen y que en menor medida influye en la política estatal siguiera ocupando espacios públicos en los medios de comunicación.

Siempre hay un tema de cual escribir, podría aquí jurar con la mano en el corazón y la otra en una revista de sensacional de vaqueros (los viejos saben de cual hablo) que voy a ser ecuánime, sensato, imparcial, objetico, católico, apostólico y romano. Pero quienes me conocen, saben que, pierdo la cuántica, paciencia objetividad, se me sube la bilirrubina, se me van las cabras al monte y que me apasiona defender mi punto de vista. Eso sí, jamás me ha gustado cerrar los ojos ante errores de propios y extraños y, si el gobierno al cual estoy integrado cometiera omisiones e injusticias imperdonables, lo más seguro es que pasarían dos cosas, las señalaría plenamente y dejaría de pertenecer a ese espacio gubernamental. Me conozco y sé que así actuaría.

Voy a enviar este supuesto articulo a quienes me siguen publicando, suplicaría leer sus comentarios y ayudarme a definir en consecuencia la continuidad o no de este modesto ejercicio (que por supuesto ni me pagan y no es reclamo) lo publicaré en su momento en las redes sociales donde estoy para recibir sus comentarios, críticas de buena y mala leche, las leeré todas con respeto y atención, lamento desde ahorita a algunas no hacerles caso, ya saben cómo soy.

Por cierto estoy para servirles en mi nuevo puesto de trabajo, seguiré con mi mismo número de celular, a diferencia de muchos amigos y conocidos, no llego a ningún espacio y cambio de inmediato de numero para que no me localicen, me seguirán localizando en el mismo número, por las calles de Chilpancingo a la hora que quieran, menos en las noches porque no me dan permiso salir. En el centro recreativo güilotas (más informes con Sergio y Zacarías) donde se puede filosofar plenamente.

Espero ayuden a salir de esta encrucijada, algunos dirán que no tenía tema para escribir, algo hay de cierto, saludos.