El sillón del abuelo
Familia y amigos
Javier Soriano Guerrero
Dentro de cada familia encontramos personas que se hacen querer, otras que nos son indiferentes y, las menos, las que no queremos tratar ni ver. Igual se da esta situación en nuestro círculo de amistades.
En diferentes trabajos donde he estado, a muchas personas les he recomendado que formen círculos de amistades, ya sea con familiares o amigos. Pero les recomiendo que sean personas de confianza.
Algunos me han dicho “entonces con familiares”. Les digo que no por ser familiares son garantía que sean de confianza. La mayoría se queda pensativa, y acepta la verdad.
En realidad, como dije al principio, algunos familiares a veces nos decepcionan, porque los tenemos en un concepto y resultan lo contrario. Hablo de mi caso personal: hermanos, primos, cuñados, tíos, etc., me han dado cada sorpresa. Incluso, tuve un compadre que lo quise más que a mi hermano, pero luego, por ciertas circunstancias, vi que no era lo que creía, y tuve que alejarme de él. Otro caso es de otro compadre que era muy burlón, a veces tuve que soportar sus bromas crueles o sus ofensas hasta que solito se alejó.
Tengo otros familiares, que, incluso, han lastimado a las personas que yo más quiero. Esas personas tóxicas tienen que permanecer lejos de nosotros.
Nosotros tenemos la opción de elegir a nuestras amistades, pero no a nuestros familiares. Lo que sí tenemos es la facultad de alejarnos de esos familiares tóxicos que sólo nos causan molestias y enojos, no tenemos ninguna obligación de soportarlos. Mejor que ellos se enojen y no uno.
Con las amistades o compañeros de trabajo ocurre lo mismo. Muchas veces tenemos que soportar situaciones molestas o “bromas” pesadas o humillantes con tal de no hacerlos enojar. También, si es posible, alejarse de ellos o tratarlos lo menos posible.
He trabajado en diversos lugares y he encontrado personas que se dicen amigos y luego te traicionan y te meten en problemas. A veces estas personas cuentan con más experiencia en el trabajo que uno, ahí sí, ni modo, hay que tolerarlas y tratar de aprender de ellas, pero sólo lo bueno. Porque recuerden, hay personas que les das la mano y se agarran el pie.
Siempre debemos pensar en forma positiva, pensemos que todas las personas que se acercan a nosotros vienen con buenas intenciones.
Como dicen en la película El Padrino: Hay que tener a los amigos cerca, y a los enemigos, más cerca.
Deseo que todos encontremos a las personas idóneas que nos puedan orientar y llevar por el camino del bien.
Nos leemos la semana que entra.