¿Crónica de una elección anulada?

ECOS DEL SILENCIO

E. Antonio Hernández Peralta

Mientras se acerca la fecha límite de promoción política permitida para los diferentes puestos de elección popular en juego en nuestro país, las muestras de guerra sucia y desesperación de aquellos que fueron depuestos de los lugares de privilegio (entiéndase como PRI, PAN, PRD, MC y anexas), parecen no tener límites, tanto que han sobrepasado la línea del ridículo, como un aspirante a diputado en la Ciudad de México que hace su propaganda basado en la saga de Harry Potter, personaje que él asume como propio al citar que “se deben expulsar a los dementores y muggles de Morena para limpiar nuestro distrito”; y que en el mismo promocional, hay una fotografía del susodicho candidato disfrazado como el héroe mágico.

Muestras como ésta sobran como ejemplos de estulticia y bajo nivel de debate, pues todos los candidatos opositores a la Cuarta Transformación eyectan su odio y envidia hacia todo lo que huela a morenismo y obradorismo; pero de ideas, proyectos, o por lo menos plataformas, nada.

Ahora bien, ¿por qué parafrasear el título de una obra magistral del máximo exponente del realismo mágico, Gabriel García Márquez? La respuesta la están dando tanto priístas, panistas, perredistas, emecistas, así como los supuestos árbitros de las elecciones, el INE y el TEPJF.

El consejero presidente del INE en los últimos días ha emitido declaraciones de que se puede seguir objetando candidaturas de Morena (¿a estas alturas del proceso electoral?), pero el 18 de mayo, en un acto de absoluta soberbia, así como marcadamente parcial, declaró que las elecciones de junio próximo podrían ser anuladas, “por las violaciones constitucionales que se están dando”, expresó sin inmutarse.

Luego entonces, si a la notoria parcialidad de los árbitros electorales se le suma el embate brutal de los conservadores emitiendo un día sí y otro también todo el bagaje de desesperación, mentiras, falsas información, denostación y hasta la permanente negación de los logros de la administración de Andrés Manuel López Obrador, han logrado que en muchos casos, la gente prefiere cambiar de canal de televisión o de estación de radio, que seguir escuchando y/o mirando un anuncio que critica todo, pero no propone nada.

Así como en la máxima obra de García Márquez, Cien años de soledad; y en su libro Crónica de una muerte anunciada; tales disparates parecen encaminarse hacia un solo destino: la muerte y desaparición de los protagonistas.

Siempre he elogiado que, aunque me molesta sobremanera que tengan la cara dura de mostrar su mezquinidad, se quiten las caretas de protectores y defensores de los derechos del pueblo y den a conocer a la gente cómo y cuan podrido tienen el espíritu, y de esa manera, se muestren tal cual siempre han sido: parásitos, mezquinos, incultos, manipuladores, saqueadores, mala leche, y un larguísimo etcétera.

¡Qué magnífica es esta “dictadura” que les permite expresar lo que les venga en gana, sin sufrir persecución, ni mucho menos cárcel o represión!

Si usted, estimado lector, ya abrió los ojos o se le ha caído la venda de los mismos, lo felicito; en caso contrario, solo le pido que recuerde cuánta miseria han engendrado los regímenes priísta y panista, así como sus respectivas rémoras, para que tenga el valor de examinar con lupa el legado de corrupción, muerte y pobreza que estos traidores a la patria le han dejado como herencia y en los comicios venideros les dé una patada en el trasero para dejarlos donde pertenecen: ¡en la basura!.