Aquí hubo “compló”

ECOS DEL SILENCIO

E. Antonio Hernández Peralta

Tras cada elección siempre se dan cambios en el gabinete federal, algunos por necesidad y por ser impostergables, mientras que otros son por ajustes a la política del mandatario en turno.

El más cantado era el de Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, el cual fue catalogado por internautas en diversas redes sociales como damnificada por la guerra interna por la candidatura al gobierno de Guerrero, entre el senador Félix Salgado Macedonio y su hermano Pablo Amílcar Sandoval, dado el apoyo cuantioso de la ex titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), y su esposo, el politólogo John Ackerman, para que su hermano asegurara la susodicha candidatura.

Pero antes de entrar en ese apartado, examinemos otras aristas:

No fue una noticia abrupta. En la 4T se esperaba el anuncio de su salida tras las fracturas de la relación entre Irma Eréndira y López Obrador, ya que incluso Martí Batres se apuntaba ya por ocupar ese puesto, aspiración que fue frenada en medio de los alegatos del New York Times, que supuestamente lo involucra entre las causas de la caída de una trabe en la Línea 12 del Metro.

Además, las tensiones ya se dejaban ver en las conferencias matutinas en Palacio Nacional, cuando López Obrador estaba instalado discursivamente en su pelea contra los órganos autónomos, como el INAI. En una ocasión, en privado y en público, advirtió que si este instituto no desaparecía, habría que desaparecer la SFP. Para más de uno en Palacio estas palabras no fueron dichas con inocencia.

Otros temas en contra, fueron la supuesta falta de rigor cuando investigó la venta de ventiladores médicos al IMSS por un hijo de Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como la adquisición de varios inmuebles que no se justificaban dado que ella y su esposo solo percibían sueldos como académicos de la UNAM. Sin olvidar que la Auditoría Superior de la Federación (ASF), detectó diversas irregularidades durante su gestión, así como opacidad en el manejo de los recursos y presunta resistencia durante procesos de fiscalización, practicados por la ASF.

Pero lo que, aparentemente, predispuso al Presidente contra Irma Eréndira fue todo el entramado de guerra sucia que tanto ella, como su hermano y esposo armaron contra Salgado Macedonio para evitar que se alzará con la candidatura a la gubernatura guerrerense.

El punto de máxima tensión entre Irma Eréndira y López Obrador ocurrió en medio del proceso electoral de este año, luego de que el Presidente diera su absoluto respaldo a Félix Salgado, a pesar de las acusaciones de abusos sexuales en su contra, dejando sin chances al hermano de la funcionaria, Pablo Amílcar Sandoval.

López Obrador aseguraba que sabía de dónde provenían estos ataques y aunque nunca lo hizo público, el Presidente insinuó tener elementos para afirmar que se trataba de “golpeteo político”.

Pero otro de los temas delicados son las denuncias insistentes y reiteradas contra Félix Salgado Macedonio por presuntos abusos sexuales y violaciones.

Los señalamientos contra el ex candidato de Morena en Guerrero empezaron a surgir antes de su nominación, en medio de la feroz contienda interna, cuando se conoció públicamente el primero de los casos con nombre y apellido.

Además, informes de inteligencia presentados a López Obrador indicaron sobre diversas reuniones entre Manuel Añorve Baños, en ese entonces también pretendiente a conseguir la candidatura por el PRI; el ex fiscal estatal, Xavier Olea; y emisarios de Pablo Amílcar; encuentros que se dieron antes de iniciar las acusaciones con el Toro sin Cerca por abusos sexuales y violaciones contra mujeres.

Otro dato interesante apunta hacia la agencia de noticias que maneja   Carlos Loret de Mola, Latinus; y un funcionario del gobierno de Michoacán, que a su vez, es uno de los accionistas de Latinus.

Dicha agencia y Loret de Mola, durante todo el conflicto interno de Morena en Guerrero por ver quién se quedaba con el premio, dieron cámaras y micrófonos a todo aquel o aquella que quisiera despotricar contra Félix Salgado.

Asimismo, hubo versiones que impulsaban la idea de que Mario Delgado habría buscado imponer a Pablo Sandoval, en contubernio con Irma Eréndira y Marcelo Ebrard Casaubón, para supuestamente afianzar el proyecto del canciller hacia las elecciones presidenciales de 2024.

Aunque muchas facetas de esta situación se prestan a interpretarse como dimes y diretes, el manejo impúdico de enormes cantidades de dinero tanto dentro de Morena, como entre aspirantes de otros partidos políticos para promocionar una guerra de desprestigio contra Félix Salgado Macedonio, así como el embate del INE y el TEPJF para sancionar con el máximo castigo de retirarle la candidatura al senador (como finalmente sucedió y que derivó en el triunfo de su hija Evelyn Salgado Pineda en las elecciones del 6 de junio) solo afianzan la especie de que, en este caso, sí hubo “compló”.